domingo, 15 de noviembre de 2009

ASESINADA EN LA RED!!


Hace unos días me llegó un correo en donde se me invitaba a utilizar un programa que me indicaría quienes me habían eliminado de su lista de contactos. Y como una tiene esa faceta masoquista de sentirse dañada y gozar con esa victimización, puse en práctica el programita. El resultado me dejó abismada: el amor de mi vida (obvio q yo no soy su amor), y muy querido exmarinovio, echando tierra a muchos años amor, había osado eliminarme. Y allí estaba su nombre, descubierto en la insidia más atroz, en la traición más artera.

Por una parte, me sentí afortunada. Muchos han sido asesinados sin siquiera tener la posibilidad de conocer la mano fatídica que les arrancó la existencia. Pensé en aquellos magnicidas, que provistos de armas de grueso calibre han enfocado a su celebérrima víctima y luego, con un simple gatillazo, le han cegado la vida.

No puedo negar que también he cometido mis crímenes virtuales, ya que en cierta ocasión, en un rapto de ira, eliminé de un zarpazo a un muy querido amigo. Con otro hice lo mismo. Pero, en el MSN penan los “muertos” y doy fe de ello. A los pocos días, uno de ellos me hablaba y me requería. Pensé aterrorizada que la culpa jamás me abandonaría y que, a cada instante, ellos me refregarían el delictivo acto. Así que, amparada en esta tecnología que permite redenciones y resurrecciones, los agregué de nuevo y allí están, muy campantes y más vivos que nunca.

Pero una cosa es “eliminar” a otros y hasta “suicidarse”, que aquello también es posible y otra muy distinta es que lo eliminen a uno. Se siente el rechazo más descarnado, la relegación a los oscuros recintos de la nada tecnológica. Me siento un cadáver ambulante y con ello, reconozco de paso mi hipocondría. Me siento muy identificada con “el innombrable”, cuando el puñal asesino de Bruto le segó la vida. ¡Tú también, Perico de los Palotes (no pronunciaré su nombre, porque hasta en la “muerte” soy digna). Pero, para aplacar este desasosiego, agregaré de inmediato al peor de los candidatos (me debato entre los Ottones) y luego, lo eliminaré. A ver si con un magnicidio a cuestas puedo remover toda esta angustia…